miércoles, 16 de enero de 2013
Odio Amarte Tanto-Capítulo 12. En sus manos
sábado, 10 de marzo de 2012
Adelanto Cap11 ODIO AMARTE TANTO
Adelanto Capítulo 12, Odio Amarte Tanto
No era el momento más cómodo de toda mi vida, estaba amarrada a su espalda sintiéndome como una total ramera. Una parte de mí me decía que no había porque sentirme así, al fin y al cabo él y yo no éramos nada, ni siquiera nos pertenecíamos… Pero la parte tonta, aquel pedacito llamado corazón me informaba que perdía mi dignidad con ese estúpido juego.
Preferí hacerle caso a la parte razonable, mi cerebro. Pensar con el corazón lastimaba y yo no quería más dolor. Ya era suficiente.
-Bájame!-ordené- Para y bájame, Edward!
Escuché una leve risita. ¿Risa?, ¿por qué carajos se reía?
Lo patee en su pierna y al minuto recordé que mis golpes, para un vampiro como él eran caricias.
-¿Sabes que eso no me duele, cierto?- volvió a reírse y aumentó más la velocidad, tuve que abrazarme fuerte a su espalda. Algo de miedo y adrenalina corría por mi cuerpo, más miedo que adrenalina.
Las nauseas iban expandiéndose poco a poco sobre mí, si él no paraba, era probable que acabara vomitándome sobre él. La combinación de mucho alcohol y velocidad no eran lo mío.
-Para-dije casi sin aliento. Cerraba los ojos, intentando de ignorar las nauseas.-por favor, no creo que pueda aguantar más esto. Me ignoró y corrió más veloz. Claro, esta era su venganza, quería matarme del miedo, pero más que miedo sentía nauseas, estaba a punto de vomitar. Necesitaba poner los pies en la tierra ahora mismo.
-Edward me siento mal, creo que… voy a vomitar- susurré. Mis palabras fueron magia, el se detuvo y me bajó de su espalda, sosteniéndome de la cintura. Cuando estuve en tierra firme, vomité como si no hubiera mañana toda la cerveza y la comida grasosa que me habían ofrecido Jake y sus amigos.
Genial!, nada mejor para acabar la noche que esto…
Cuando terminé, él me llevó hacía una pequeña laguna que había cerca para que pudiera limpiarme. Me sostuvo de nuevo en la orilla de seguro para que mi instinto suicida no me hiciera arrojarme en las profundidades del agua oscura. Había arruinado mi vestido, estaba completamente asqueroso, empapado en sudor y aquella sustancia que acaba de arrojar de mi boca.
Resolví quitármelo, el olor era insoportable y hacía que mi estomago se revolviera. Me limpie mi boca y mi cuerpo, el agua estaba helada y ayudó a calmarme un poco la resaca. Sin embargo; ahora estaba helando y necesitaba cubrirme con algo, además no era que estuviera muy cómoda con la mirada de Edward encima.
De repente sentí algo pesado y frío sobre mis hombros. Un olor peculiar a cuero mezclado con el de él inundó mis pulmones, era exquisito.
-Me gusta el paisaje que estoy viendo, pero no quiero que mueras de hipotermia.-vi de reojo una de sus sonrisas torcidas.
No pude evitar sonreírle de vuelta.
-Me acercaría a ti, pero te congelarías más y creo que debo estar enojado contigo-¿enojado?, la que debería estar enojada aquí era yo.
-¿Perdón?, Tu no tienes porque estar molesto.-afirmé-
-Tienes razón… no debería estar molesto, debería estar indignado, pero con el karma que has recibido hoy y por estar casi desnuda lo dejaré en enojado.-otra sonrisa iluminó su rostro-
Algo de calor subió por mis mejillas. Era algo de rabia combinado con rubor por el alago sobre mi desnudez
-No tienes porque estarlo, yo a ti no te he hecho nada.-solté, colocándome bien la chaqueta-
-y ahora te haces la desentendida… creo que comenzaré a indignarme.
-¿Dime que te hice, ah?, que vaya a fiestas en la Push no tiene porque importarte a ti
-Te equivocas-me interrumpió- todo lo que tenga que ver contigo me importa y más cuando se trata de que andas de arriba para abajo con un pendejo licántropo.
-Ese es mi problema, no el tuyo.-rezongué- si quieres hacerle reclamos a alguien, vete con la rubia esa oxigenada con la que te besaste la otra noche. A ella puedes reclamarle cuanto quieras. A mi no me jodas!
Edward río.
-¿Estás celosa?
-¿Celosa por ti?, ¿sufres de delirios?
-De delirios no, sufro de algo llamado atracción por ti.- en un abrir y cerrar de ojos estuvo junto a mi sentado al borde del lago.
-Deja de jugar-desvié mi mirada de la suya.
-No estoy jugando, algún día entenderás que tu para mí eres todo menos un juego.-susurró en mi oído, peligrosamente tentador su aliento impactó sobre mi oreja y me hizo estremecer.
-Si lo soy…¿ y sabes algo? No estoy interesada en jugar.
-Lo estás.-lamió el lóbulo de mi oreja. Varios corrientazos eléctricos me pasaron por todo el cuerpo- todo te delata, tu cuerpo…-mordió mi cuello suave- tus palabras con poca seguridad-besó mi barbilla y dejó un pequeño beso sobre mis labios-
CHA CHAN!
Bueno queridísimas mías, aquí les dejo el adelanto de lo que será el próximo capítulo de odio amarte tanto. Esta es mi prueba de supervivencia jajaja, perdón por perderme tanto…
XOXO
Koko
lunes, 12 de septiembre de 2011
Anochecer. Capitulo 10
Solo habia sido una pesadilla, una extraña pesadilla, toqué mi rostro con mi mano, esta estaba helada, me arropé con la colcha de tela gruesa y fina y cerré los ojos para tratar de volver a dormirme, pero fué inutil, mis ojos no se mantenían cerrados durante mas de 10 o 20 segundos. Entonces me puse en pie y caminé hacia la cocina de puntitas, y, para desgracia mia una voz sonó detras de mi.
-Que haces despierta a estas horas?
-No podía dormir- dije dandome la vuelta para verle. Estaba vestido con unos capris y una camiseta con el logo de Nirvana estampado. -Y tu que haces despierto a esta hora?
-Soy un vampiro, se te olvidó? No dormimos
-Ah, no?
-No- hubo un corto silencio y luego soltó una carcajada -No me digas que creías que dormiamos en el ataúd y todo eso
-No, solo pensé que dormian, y lo lamento, pero yo como la mayoría de la gente no creía en su existencia- le saqué la lengua y el puso esa estúpida sonrisa burlona de medio lado.
-Me pareces tan tierna- se rió.
-Tierna...
-Si, tierna! Eres ignorante, pero luces tierna siendolo
-Ok, ya me harté de que te burles de mi- me di la vuelta y comencé a caminar rumbo a mi cuarto, pero su agarre me hizo parar, temblé por su toque helado.
-A donde ibas?
-A la cocina, pero creo que no podré llegar allá así que me voy a mi cuarto
-Te acompaño- me dí la vuelta y lo miré a los ojos.
-No, puedo ir sola, no soy tan "ignorante" como tu dices- hice las comillas de la palabra con los dedos.
-Ok, entonces te acompaño- acaso no entendía que era un NO?
Traté de no darle importancia a su compañía y me dirigí a mi cuarto en silencio y tratando de controlarme. Al llegar, cerré la puerta creyendo que Sharkan se habia ido, pero luego supe que no era asi. Esque que queria hacer? Ponerme furiosa? Si, era lógico.
-Dejame, tengo sueño
-Me acabas de decir que no podías dormir
-Ahora si, creo que...- fingí un largo bostezo -voy a caerme de sueño
Caminé hacia mi cama y me senté en ella, clavé los ojos en mi acompañante nocturno y levanté una ceja.
-Ya puedes irte
Entonces él caminó hacia mi y tomó asiento a mi lado, me sentí algo incomoda por su suma cercanía, de todos modos era un vampiro y... él podría devorarme en ese momento si quisiera, temerosa por aquel pensamiento, me puse en pie y me alejé de él, quedé casi tocando el armario.
-Que tienes?
-Tu... puedes matarme en este momento, si quisieras...
-Si, eso es muy cierto- la piel se me erizó. -Pero no lo haré
-Porque? Eres vegetariano o algo asi?
-Si, es algo cercano a vegetariano, solo me alimento de animales, Katlyn
-Solo de animales?- me acerqué un poco a él.
-Si, pero no te confíes- di dos pasos hacia atras -tu aroma me atrae a ti, y cuando te pasó lo del bosque, tuve muchas ganas de succionarte la sangre, se veía tan... suculenta, tan deliciosa...
Me alejé de él lo mas que pude, pero Sharkan se puso en pie y caminó hacia mi hasta acorralarme contra la puerta de madera del armario.
-Katlyn, tienes algo que me atrae a ti, pero no sé que es... tu sangre me parece deliciosa, pero no es eso lo que quiero, estoy totalmente confundido...
-Yo tambien lo estoy- murmure, el aire se sentía calido por su cercanía, pero sus brazos me erizaban la piel por su frio estremecedor.
El vampiro puso su frente contra la mia y luego de unos segundos de respiracion entrecortada (la mia) y pensamientos disparejos, se separó de mi; salió de allí a paso veloz e iracundo y cerró la puerta de un choque que me hizo temblar. Me sentí asustada, era como saber que la muerte se encontraba al otro lado de la pared y que en cualquier momento, esta podría ser derrumbada.
Él silencio reinó esa noche, todo me parecia raro, y metafóricamente tuve que dormir con un ojo abierto por el miedo que me sepultaba en aquella blanda cama que ahora se sentía como un bulto de ladrillos bajo mi cuerpo, él cual dudo que halla podido reposar aquella noche.
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